La proteína C reactiva (PCR) es una sustancia presente en la sangre humana. El cuerpo produce esta proteína en respuesta a una infección, lo que la convierte en un objetivo en los análisis de sangre que buscan signos de infección sistémica. Una prueba de PCR es un procedimiento rápido y relativamente indoloro que se puede realizar de forma ambulatoria en un hospital o clínica, y puede proporcionar información rápida sobre el estado del paciente.
Los médicos pueden asegurarse de que un paciente se encuentra dentro de un rango normal de PCR a través de un análisis de sangre.
En condiciones normales, la PCR se encuentra en niveles bajos en la sangre. Cuando se produce una infección, el hígado y las células grasas comienzan a producir PCR, en niveles que pueden variar según la naturaleza de la infección. Algunas enfermedades pueden asociar azúcares específicos a esta proteína, dejando huellas reveladoras con posibles usos diagnósticos. Una vez resuelta la infección, la proteína se descompone, volviendo a niveles insignificantes o bajos.
Las proteínas C reactivas son producidas por el hígado.
Si un médico sospecha que un paciente puede tener una infección, podría solicitar un análisis de sangre para verificar los niveles de PCR y otras sustancias en la sangre. Este análisis también puede utilizarse para monitorear la evolución de una enfermedad crónica, como el cáncer o la artritis, y para ver cómo responde el cuerpo a un medicamento específico. Si los niveles de proteína disminuyen después de un cambio de medicamento, esto sugiere que este podría estar funcionando, lo que alivia la infección. Los valores normales de PCR varían según el paciente y su historial médico.
Los niveles altos de proteína C reactiva (PCR) pueden contribuir a la presión arterial alta.
Además de ser útiles para la evaluación de afecciones médicas específicas, los niveles de esta proteína también pueden utilizarse como criterio de salud general. Mediante la prueba de PCR de alta sensibilidad (PCR-as), un laboratorio puede detectar niveles muy bajos de PCR presentes en la sangre de personas sin infecciones activas. Los niveles elevados de PCR ambiental parecen estar asociados con un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares, hipertensión y diabetes.
La PCR es una sustancia que se encuentra en la sangre humana.
Además de una infección, varios otros factores parecen afectar la producción de esta proteína. Un alto consumo de grasas en la dieta puede provocar un aumento, especialmente si provienen de grasas trans. El embarazo también parece elevar los niveles de PCR, al igual que el uso de anticonceptivos hormonales. La enfermedad hepática también puede alterar el nivel de estas proteínas en la sangre, ya que el hígado participa en la producción de proteína C reactiva. Si una prueba de PCR-us arroja un nivel ligeramente alto, el médico podría hacer algunas preguntas para descartar estas posibles causas.